• Colprensa

jueves, 20 de febrero de 2014

Particulares. Esa palabrita abrió la polémica jurídica tras la decisión del presidente de la República, Juan Manuel Santos, de cambiar cuatro de las cinco personas que lo representan a él en la junta directiva del Metro de Medellín. 

Dicen los Estatutos de esta organización: "La junta directiva está conformada por nueve miembros principales y sus respectivos delegados o suplentes, así: gobernador de Antioquia, director de Planeación departamental, el alcalde metropolitano (de Medellín), director de Planeación de Medellín y cinco particulares con sus respectivos suplentes personales nombrados por el presidente de la República".

Mediante el Decreto 215 del 10 de febrero de 2014, el presidente Santos designó como miembros principales al empresario Juan Manuel del Corral Suescún, presidente de Cadena; al padre Julio Jairo Ceballos Sepúlveda, rector de la Universidad Pontificia Bolivariana; al exembajador de Colombia en China, Guillermo Ricardo Vélez Londoño (que estaba en la anterior junta), y a los ministros Cecilia Álvarez-Correa Glen, de Transporte, y Luis Felipe Henao Cardona, de Vivienda.

Salieron del órgano directivo el arquitecto urbanista Luis Fernando Arbeláez Sierra y los empresarios Nicolás Echavarría Mesa, Hernando Javier Muñoz Giraldo y Ricardo Mejía Cano.

La polémica

Luis Fernando Álvarez Jaramillo, decano de la Escuela de Derecho de la UPB, sostuvo que "no hay discusión. Si el estatuto dice que es particular, es con la intención de referirse a una persona que no tiene vínculo alguno con el sector público. Así era cuando yo estaba en el Consejo de Estado".

Para el empresario bananero Nicolás Echavarría Mesa, quien estaba en la anterior junta, "es extraño que el Gobierno nombre empleados públicos sabiendo que los Estatutos dicen que tienen que ser particulares".

Muy distinto piensa el ministro Henao, que sostuvo que "esa discusión jurídica la tuvo que examinar la Secretaría Jurídica de la Presidencia en el momento de sacar el decreto. Creo que no hay ningún problema".

En la misma dirección se pronunció el alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria Correa, quien afirmó que, según el análisis de los equipos jurídicos de la Alcaldía y de la Gobernación, no hay tal dificultad.

No fue posible contactar a la ministra de Transporte. En su despacho respondieron que "fue una decisión del presidente Santos, ella debe cumplirla".

Para Luis Fernando Arbeláez, exmiembro de la junta, lo del término particulares no es el meollo del asunto.

Esto, porque, además de la discusión jurídica, tras los cambios surgió una polémica de fondo, pues nunca hubo ministros en el órgano directivo. Los representantes del presidente fueron de perfil empresarial.

Mateo Restrepo Villegas, exmiembro suplente de la junta, consideró que la columna de Ricardo Mejía Cano, publicada en El Colombiano el pasado 17 de febrero, "reúne el pensamiento de toda la junta saliente". En ella, Mejía expresó temor de que, en su criterio, se quiera politizar una entidad que ha estado blindada de la politiquería.

Entretanto, Federico Gutiérrez Zuluaga, excandidato a la Alcaldía de Medellín, estimó que, con la llegada de los dos ministros, el presidente tendrá un mayor control de la junta. Subrayó que, más que verlo como un ajedrez, el tema del Metro es de consensos.

"Medellín necesita es que se avance en el Sistema Integrado de Transporte del Valle de Aburrá. El Gobierno no solo debe hacer cambios de junta, sino apoyar proyectos como el tranvía de la 80, con el 70% de los recursos que le permite la Ley de Metros". También comentó que quienes llegan a la junta son personas reconocidas y opinó que Ramiro Márquez Ramírez ha hecho un gran trabajo como gerente del Metro.

Orgulloso del metro

El ministro Luis Felipe Henao no entiende por qué la preocupación de un sector de la dirigencia por su ingreso y el de su compañera de gabinete Cecilia Álvarez-Correa a la junta.

"Dos funcionarios del más alto nivel del Gobierno Nacional para que el Metro, que se ha consolidado, siga generando ahorro significativo en los usuarios; para seguir gestionando con el Gobierno temas como tranvías y buses y que siga habiendo ampliación de estaciones, como en el sur".

Según el ministro, los paisas no deben temer que se politice la empresa. "Como antioqueño, si de algo me siento orgulloso es de la Cultura Metro, de la apropiación del transporte masivo, de la visión de 30 años. Y es bueno oxigenar la junta. Lo cuidaremos como una tacita de plata. Si está en mis manos, apoyaría el tranvía de la 80. Eso sí, hay que mirar primero la situación presupuestal".

Mientras que el alcalde Gaviria expresó profundo respeto por quienes salieron de la junta y por quienes entraron a ella.

"Es una decisión del Gobierno Nacional de apostarle con todo al desarrollo y el futuro del Metro. Cecilia Álvarez Correa es muy ejecutiva y ha sido amiga del Metro. Y Luis Felipe Henao es un hombre de la tierra y ha sido gran coequipero nuestro en vivienda social".

Para Gaviria, el arribo de los ministros augura apoyo para el tranvía de la 80. "Lo ideal y lo justo sería que la Nación aporte el 70% del proyecto", anotó.

Luis Fernando Arbeláez se siente tranquilo " porque con la llegada de los ministros, el Metro tendrá más cercanía en sus relaciones con el Gobierno. Lo que no debe pasar es que por ser época preelectoral se politicen cargos públicos del Metro. Que la empresa se siga manejando con independencia".

Ahora, si el Metro es del Municipio de Medellín y el Departamento de Antioquia, ¿por qué el Gobierno Nacional pone la mayoría de la junta?

Porque sirvió de garante en la deuda para construir el Metro.

El Metro informó que, en el momento de la firma del Acuerdo de Pago con la Nación, firmada el 21 de mayo de 2004, la deuda era de $4,9 billones (3,5 con la Nación y 1,4 con la banca externa). Hoy la deuda es de $5,1 billones (por intereses y fluctuación de la moneda). El cumplimiento del Acuerdo de Pago desde 2004 ha sido del 134%, para lo que son fundamentales los recaudos del Municipio, con sobretasa de la gasolina, y del Departamento, con el impuesto al tabaco.